Carta al director:

Bien, escribo este artículo pues la apariencia de Coria deja mucho que desear. Por algunas de sus zonas más desfavorecidas. Cosa que no quiere decir que otras en cambio , tengan muy buen aspecto y un agradable ambiente.Hay zonas como el parque Carlos de Mesa y alrededores que precisan de una buena limpieza y tienen algunos que otros desperfectos. En esta misma zona, se deberían colocar papeleras, puesto que los habitantes al no encontrar prácticamente ninguna, depositan sus basuras en el suelo o en el río si se trata de un objeto de mayor tamaño.

Otros lugares en cambio, como el centro del pueblo, no dejan nada que desear pues su aspecto es bastante bueno y fomenta el comercio en Coria del Río, cosa que es favorable para su economía. Si hay algo que se debería hacer en el centro y las calles cercanas a él es arreglar sus aceras y ensancharlas para que carros de personas minusválidas y cochecitos de bebés puedan pasar adecuadamente y moverse por todas las calles del pueblo sin ninguna dificultad.

Espero se tengan en cuenta algunos de mis propósitos.

Un saludo, una ciudadana un tanto indignada.

Nueve Lunas por vivir:

Ansiosa, hiperactiva, desconcertada... Ese era mi estado

tras dos semanas de irregularidad en mi período habitual.

Necesitaba a alguien que me ofreciera compañía ese momento,

estaba semiconectada a mi rutina biológica.

Tras dos días  de intensa intriga, me encontraba en la sala de

espera de ginecología de la doctora Rose, al borde de la 

taquicardia. Por fin llegó mi turno, anunciaron mi nombre

por megafonía y me decidí a entrar en la consulta. Ella, Rose,

abrió con disimulo mis  análisis de sangre para comprobar si la

inesperada pero agradable noticia se haría realidad. Bajó su mirada

hasta llegar a la línea que confirmaría mi estado prematernal. 

Mi situación era desesperante. La ginecóloga, por fin me confirmó 

mis sospechas, estaba esperando un bebé !