viernes, 13 de enero de 2012

Nueve Lunas por vivir:

Ansiosa, hiperactiva, desconcertada... Ese era mi estado
tras dos semanas de irregularidad en mi período habitual.
Necesitaba a alguien que me ofreciera compañía ese momento,
estaba semiconectada a mi rutina biológica.
Tras dos días  de intensa intriga, me encontraba en la sala de
espera de ginecología de la doctora Rose, al borde de la 
taquicardia. Por fin llegó mi turno, anunciaron mi nombre
por megafonía y me decidí a entrar en la consulta. Ella, Rose,
abrió con disimulo mis  análisis de sangre para comprobar si la
inesperada pero agradable noticia se haría realidad. Bajó su mirada
hasta llegar a la línea que confirmaría mi estado prematernal. 
Mi situación era desesperante. La ginecóloga, por fin me confirmó 
mis sospechas, estaba esperando un bebé !

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